MELIBEA: ¿Eres tú? No me lo puedo creer. ¿Dónde has estado hasta ahora? Mira que luna tan bonita, que dulce murmullo de agua, mira la sombra de los cipreses, donde nos podemos esconder. Lucrecia déjalo en paz, es mío.
CALISTO: Si me quieres no dejes de mostrar tu alegría.
MELIBEA: Contigo estoy muy a gusto pero no sobrepases el límite.
CALISTO: Yo te quiero a ti pero tu ropa me sobra.
Lucrecia: ¿Qué es esto? Yo estoy aquí derritiéndome y ella no para de hablar.
MELIBEA: ¿Quieres comer algo Calisto?
CALISTO: Sólo te quiero a ti, cualquier comida se puede comprar con dinero.
LUCRECIA: Ya estoy harta de escucharlos, creo que a la tercera va la vencida.
CALISTO: No quiero que amanezca, para poder seguir disfrutando de tus caricias.
MELIBEA: Soy yo la que estoy más feliz.
(De lejos se oye una pelea).
SOSÍAS: ¿Habéis venido a traición? Os daré vuestro merecido.
CALISTO: Déjame ir a ayudar a Sosías.
MELIBEA: ¡Pobre de mí! Pero no vayas sin nada para defenderte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario